miércoles, 15 de febrero de 2012

POR FIN TODOS PRECARIOS



 

            Por fin todos precarios. Ya lo han conseguido. Aunque pueda parecer lo contrario, esto no ha hecho más que empezar, aún no hemos llegado al objetivo que se han planteado. Las elecciones andaluzas están consiguiendo retrasarlo dos meses, pero ya está todo preparado. Basta mirar lo que pasa en Grecia o en Portugal para saber lo que nos espera.
            La historia se repite aunque ahora tenemos más oportunidades de conocerla. Este decreto no es el comienzo, en realidad es solo una meta en mitad del camino. La carrera hacia el objetivo empezó mucho antes.
            Muchos no quisieron ver que los despidos en razón a tener una determinada edad eran un pretexto. Que las indemnizaciones supuestamente generosas eran imprescindibles para abrir brecha, para ir creando un camino.
            Después vinieron los recortes de sueldo a los funcionarios y muchos no se dieron por aludidos. Incluso les pareció bien. Envidiaban a los funcionarios porque tenían una seguridad en el empleo de la que ellos carecían.
Ahora cada vez somos todos un poco más precarios, todos más iguales en los problemas porque como siempre la igualdad es  hacia abajo. A todos  bajan el sueldo, a todos  restringen derechos, todos son susceptibles de despido en cuanto encadenen un problema médico de cierta entidad.
De golpe. Lo que costó tanto esfuerzo, tanta lucha, tanto dolor y tantas víctimas lo han eliminado de un plumazo. Cuánto deben reírse. Lo han hecho gracias a que  una importante mayoría de los perjudicados los ha elegido para que lo hagan. Mentían, pero eso ya se sabía.
Hay quien prefiere creer que no queda más remedio que hacerlo. Que la herencia que han encontrado no les ha dejado otra salida. Pobre consuelo de quien prefiere no ver la realidad porque es demasiado insoportable.
Todavía pensarán algunos que Grecia y Portugal son diferentes, que no, que no somos como ellos, que con nosotros no llegarán tan lejos. Como si las medidas que se toman fueran objetivas, como si lo que pasa no fuera consecuencia de otras cosas, como si estas medidas no beneficiaran solamente a quien las toma, como si la culpa fuera solo de una parte y la otra, sin mancha, pudiera imponer sus condiciones. Puede imponerlas. Es lo está haciendo, luego puede. Pero el poder no tiene que ver que estén en el derecho de hacerlo, ni que tengan razón. El poder no se justifica, se ejerce. Eso es lo que están haciendo.
Los problemas que tenemos ya ocurrieron, basta leer conocer la historia; la  solución también es  conocida y  está en la historia.